Av. Primera Transversal # 2630, Maipú |
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“Aspiramos que los derechos de los niños, niñas y adolescentes y las personas sean parte del consiente colectivo de toda sociedad. “
“Acompañar a niñas, niños y adolescentes en la promoción y restitución de sus derechos.”
El Instituto para el Desarrollo Comunitario, IDECO, Miguel de Pujadas Vergara, está al servicio de la comunidad desde el 7 de Octubre de 1987, al amparo de la concreción de un proyecto concebido y creado por Don Heraldo de Pujadas Hermosilla, durante su permanencia en Bélgica. Esta idea, al comienzo, fue financiada por el gobierno del Reino de Bélgica, destacándose Don Augusto Vanistendael, Ministro Asesor del Rey Balduino de Bélgica, quien apoya desinteresadamente la creación y concreción de esta iniciativa.
El 21 de Enero de 1991, por el Decreto Supremo Nº 91 del Ministerio de Justicia, el Excelentísimo Señor Presidente de la República Don Patricio Aylwin Azócar, le otorga a IDECO la calidad de Corporación: entidad privada sin fines de lucro y de servicio a la comunidad, calidad jurídica que sustenta hasta la actualidad.
Así, IDECO comienza su acción en los sectores carenciados del Gran Santiago, integrándose con un mensaje Humanista Cristiano al esfuerzo país por la superación de la pobreza. Con el claro objetivo de recuperar las relaciones comunitarias en los sectores más desposeídos del país, propondrá estrategias específicas de abordaje a problemáticas sentidas en ellos.
A ese respecto, sin duda, la señora Dorila Berríos Vásquez (Q.E.P.D), nuestra abuela Lila, es y fue la expresión máxima de la creación comunitaria, por su inclaudicable fe en la creación de un mundo mejor. También, Don Luis Poblete Soto (Q.E.P.D.), ex Director de la Corporación, merece nuestro reconocimiento por su desinteresado y efectivo apoyo a las tareas emprendidas en pos del bien común.
En términos de gestión organizacional, nuestro estilo de liderazgo radica en el reconocimiento de la persona que hay en cada ser humano, por eso la intervención es de tipo horizontal y participativa, y la opinión de cada una de ellas es importante para el logro de los fines comunes.
En esta misma línea, es que nuestro enfoque de trabajo siempre estará sustentado en una relación solidaria (el provecho del proceso de intervención es bidireccional) con un acento en el beneficiario y su mejoramiento de calidad de vida.
En relación a nuestra metodología de intervención, surgida desde la permanente relación con la comunidad, se ha acotado al denominado Acompañamiento Horizontal con Direccionalidad Preestablecida, en la que las personas interactúan desde un plano de igualdad de derechos, aceptándose las mutuas diferencias en el quehacer cotidiano.
